Sistema de refrigeración con CO2: la importancia de optimizar costos

¿Cómo lograr la eficiencia sin disparar el presupuesto? Éste es un problema al que se enfrentan tanto dueños y usuarios de los sistemas de refrigeración industrial, como instaladores y diseñadores.

Aunque todos se ven beneficiados a través de la reducción de costos en equipos y sistemas de refrigeración, esto no debe significar una pérdida en la calidad y seguridad de los mismos. Sólo el equilibrio entre estos dos facturas llevará al éxito cualquier proyecto de implementación de CO2 como gas refrigerante.

Homologar criterios y expectativas en torno al costo del sistema de refrigeración industrial:

No existe sólo una respuesta para lograr dicho objetivo. Sin embargo, un paso sumamente importante por el que se debe iniciar es la homologación de criterios. Debido a la naturaleza interdisciplinaria de proyectos de refrigeración, la toma de decisiones tendrá diversos enfoques. ¿A cuál de ellos dar prioridad?

1.    ¿CO2 o sistemas tradicionales? Valor de la instalación y retorno de la inversión

El cambio de refrigerantes “tradicionales” a un sistema de refrigeración con gases naturales es un proceso que puede generar inquietud en propietarios y productores. Ésta inquietud se hace más grande al considerar los costos totales que un cambio así representa. ¿Cuánto costará la instalación? ¿Cuánto presupuesto destinar a mantenimiento? ¿Qué pasa si se requieren repuestos?

Por un lado, y como es de esperar, el propietario de la instalación en refrigeración y sus analistas basarán sus decisiones pensando en lo mejor para su presupuesto y proyecciones financieras. Normalmente, al hacerlo consideran dos factores importantes:

• El VPN (Valor Presente Neto)

Éste factor se considera siempre que se hace una inversión a largo plazo y determina si esa inversión ayudará a aumentar el valor de la empresa. Aunque un sistema de refrigeración CO2 cumple este requisito, es importante transmitirle al propietario este beneficio.

• La TIR (Tasa Interna de Retorno)

Esto proyecta la rentabilidad de la inversión con base en los rendimientos futuros que se esperan a partir de realizarla. Implementar un sistema de CO2, en ese sentido, debe ser visto como una posibilidad no sólo de aumentar la productividad, sino de reducir costos en consumibles y gasto energético.

2.    El lado de ingenieros y técnicos: la responsabilidad de reducir costos.  

Cuando consideramos el punto de vista de los propietarios del sistema de refrigeración, podemos ofrecer mejores alternativas. Al evaluar y decidir entre un sistema basado en CO₂ u optar por  tecnología tradicional como la basada en refrigerantes convencionales como HFC es imprescindible que diseñadores y el equipo de ingeniería busquen la optimización de costos a través de eficiencia energética y un diseño que sea vigente según las nuevas regulaciones, cumpliendo así con objetivos más técnicos.

Por último, contratistas e instaladores tienen el enfoque de reducción de costos asociado con la tecnología y los materiales que estén disponibles en tiempo y forma. Actualmente, es un hecho que cualquier grupo al que se pertenezca, debe estar capacitándose constantemente para comprender los diversos enfoques que comprende la cadena de frío, así como las capacidades de la misma.